CHUQUIS
INSPIRADOR DE HIJOS, NIETOS
Y
AMIGOS POETAS
(Poema y foto)
(Poema y fotos)
DESPEDIDA
Mañana me marcho dejando mi suelo,
dejando mis
padres, dejando mi hogar.
Pero la esperanza que me da consuelo
es de que algún día vendré
por acá.
Adiós campo hermoso donde se levanta
la mansión humilde donde yo nací.
Adiós, triste
choza, mi alma se quebranta
cuando ¡adiós! te digo y me alejo de tí.
Adiós suave brisa que agita la selva
alegre y frondosa que hay en mi lugar.
Adiós mis
amigos, rueguen pués que vuelva
a la sombra dulce de mi humilde hogar.
Pero si el destino quebranta mis ansias
y me lleva lejos, muy lejos de aquí,
ruego a
mis amigos de feliz infancia
que todos se acuerden, se acuerden de mí.
Si algún día vuelvo y penetro en tu seno
OH CHUQUIS¡ hermoso, digna obra de Dios,
no
me eches ufano creyéndome ajeno
pues siempre yo he sido y seré para vos.
Más si mi vuelta la priva el ocaso
y me lleva a donde no vuelva jamás,
que escuchen les
ruego, ruego por si acaso
lleguen mis lamentos tristes desde allá.
Dr. Manuel Antonio NIETO ORTIZ
Nacido en Chuquis el 18/06/1873, fallecido en La Rioja el
10/10/1939
Cuando viaja a Córdoba para estudiar y ejercer la abogacía.
DESPEDIDA
¡Adiós! ya la suerte fatal me arrebata
de Chuquis mi
tierra y me aleja por fin,
perdón, patria mía, que mi alma no trate
de arriar tu bandera
y no oir tu clarín.
Me quitan la dicha de estar en tu seno
del alba mañana la grata ilusión;
por eso estoy
triste, por eso me apeno
¡Adiós! ya me asalta la negra aflicción
Escúchame ¡oh Patria! mi voz funeraria
guardad en tu seno mi emblema de amor,
recibe
esta ofrenda, mi lira de paria,
mirando me alejo las sueldas en flor.
¡Adiós! ya te dejo guitarra querida
reposa olvidada en tu negro ataud,
será hasta que
vuelva, si vuelvo, mi vida
o traigan mi polvo a tu seno, laúd.
¡Adiós! madre mía, pudiera mirarte
no vieran tus ojos la lanza, el fusil,
pudiera mi
vida infeliz entregarte
¡Adiós! madre mía, mil veces y mil.
Juan Aurelio ORTIZ
Así se despide en febrero de 1909, cuando se va a Bs.As. para estudiar
Derecho.
AL SILENCIO DE MANUEL SILPLITUCA
Un zonda de mayo se llevó tu canto
por raros caminos
bajo el cielo añil,
y en los siete pueblos de La Costa gaucha
se apagó el repique de tu
tamboril...
Un tropel de soles de la cordillera
te salió al encuentro sobre el pedregal,
y en el
viaje largo de tu voz chayera
alumbró el camino de la Soledad...
Cuando los coyuyos en la primavera
coreaban la siesta del algarrobal,
rimando una
copla con tu vidalera
ibas y venías por el arenal...
¡Viejo Silplituca de las viejas chayas!
Talvés no te sientan los hombres aquí,
ni
La Rioja fuera para ellos la santa
tierra de cantares que fue para tí...
¡Viejo Silplituca de las viejas chayas!
Te canto en mis coplas de tono menor,
y pienso
guardarme la mejor vidala
para que algún día cantemos los dos.
Atahualpa Yupanqui
17 de mayo de 1939 - Homenaje a Don Silplituca
Por sugerencia y
datos proporcionados por Don Juan Aurelio ORTIZ, el folclorista Atahualpa Yupanqui escribe unos
versos en homenaje a un antiguo habitante de Chuquis: Juan Manuel Silplituca. Habría nacido en
1860 en Los Sauces, de donde vino cuando tendría 10 años. De apellido diaguita, habría cumplido
sus 79 años el 24 de junio.-
YACURMANA
Dios ha dado a los hombres una fisonomía propia y a los pueblos sus costumbres y tradiciones. A CHUQUIS el Creador le ha dado una cicatriz de plata. Bajan sus aguas cantarinas de sus cerros milenarios, entre helechos y viscos centenarios, y al llegar al pueblo el chuqueño canta así:
(Tomás Artemio ORTIZ)
¡Gruesa lágrima del cerro!
Sos un vómito de vida,
de optimismo y esperanza,
cuando
apenas se te nota desde el pueblo.
En el rostro del chuqueño
se dibuja la tragedia y el espanto por la seca que
amenaza
concluir con verdor de los campos,
los frutales, el maiz,
mantención de todo
un año
conquistada con tezón en fatigosas jornadas,
sin estímulo, sin ayuda,
contra
lluvia, viento y sol.
¡Gruesa lágrima del cerro!
Del humilde que trabaja
con la fe y la esperanza
de que
siempre tu cascada
siga dando el agua clara
que recogen sus acequias
arenosas,
sedientas,
dando vida a los viñedos
donde brota el pasto verde,
esmeralda codiciada
como el pan de cada día
por las vestias compañeras
de las que el hombre se vale
para
afrontar las tareas
que comienzan con el alba
y terminan cuando el sol en perezosa
carrera
tiñe de rojo el ocaso
y van a morir con el manto de la noche.
Llora, llora siempre Yacurmana!
Y si tu llanto es tan enorme, habrá en Chuquis más
cariño
y en los hombres del lugar un deseo incontenible
de vivir y trabajar.-
Alfredo PARADA LAROSA
CRUZ DE CAÑA
A mis paisanos
Si el eco lastimero
de lúgubres campanas
tañendo
la más grave
su nota funeraria
que alterna la pequeña
con nota levantada,
-señal
de despedida-
rezadme una plegaria...
Cuando me vaya,
porque al fin me iré
familiares mios, sepultadme,
en el pircado
panteón de la montaña.
A ese recinto
donde todo rumor se vuelve calma,
llegarán de salvias y cardones
en
hora vesperal, las ráfagas
de perfumes, y en trinos suaves
innúmeros y tristes de
calandrias.
Y si en alta noche una luz rara,
levantara trás la pirca centenaria
su pendón de
blanca contextura
entre agoreros chistidos de otras malas,
no os extrañe el misterioso
lampo,
que bien pudiera ser, nadie los sabe,
el errante resplandor de un alma.
Y elevando a Dios vuestra plegaria
con nuestros caros hijos,
mi amada esposa Martha,
con vuestro rezo y lloro,
se tornará de oro
mi humilde cruz de caña.
Juan Aurelio ORTIZ
Versos escritos en la década del 50 a modo de "última voluntad",
cumplida el 18 de septiembre de 1983.-
PINCELADA CHUQUEÑA
Cruzando la cuesta de Huaco
y de Pinchas más
allá
encontramos un camino
que a Chuquis nos llevará.
Es este un pueblo muy pobre
de cosas que el lujo da,
pero rico y millonario
de
belleza y soledad.
Un puñado de palomitas blancas
han tomado como morada
la humilde casita de Dios
por
la Virgen custodiada.
De su salto el Yacurmana
sus aguas bajando van
entonando tristes coplas
que nunca
se olvidarán.
La noche viene muy suave
cargada de soledad,
orgullosas las estrellas
del lugar
que alumbrarán.
Carlos Alberto NAVARRO NIETO
Chuquis, 12 de julio de 1953.-
CHANGUITO CHUQUEÑO
Chanquito de Chuquis,
chanquito chuqueño,
de
soles, de frios,
¡qué corto es tu tiempo de niño!
¡qué largo es tu tiempo de sueño!.
Por esta vidala
me voy pa´ tu pueblo
a ver tu alameda,
tu plaza, tu iglesia,
tu
fiel Yacurmana
sangrando en el cerro.
Chanquito chuqueño
de la infancia breve
y de los eternos sueños.
Cuántas veces
allá en tu pueblo
me he sentido tu hermano,
recorriendo sus largos callejones
y esas viejas calles sin nombre.
Por eso y por todo lo que guardo
en mi corazón
chuqueño,
aquí en mi guitarra
nació esta vidala
y yo te la entrego
purita y
sonora
como el agua fresca
de tu Yacurmana.
¡Qué lindo es tu pueblo
changuito chuqueño!.
¡Qué corto es tu tiempo de niño,
qué
largo es tu tiempo de sueño!.
RAMON NAVARRO
YACURMANA DE CHUQUIS
Pórtico de la esperanza
de tu pueblo chuqueño
que
sueña a tu pie
por entre peñazcos, hileras y sementeras,
entre jardines y bodegas
y entre una tibieza amistad
de las gentes por su bonanza.
Yo te he visto en la espuma
bramadora
abrir tu pecho para entregar tus dones,
venirte torrente abajo
por entre
arroyos, ríos y acequias
desparramando tu mano generosa
en el milagro del riego para dar
tu savia
a viñas, olivares, nogales y verduras.
Yo he visto a tu ojo sonriente
mirarme desde las
melgas,
y te he visto pasear, poeta,
entre los jardines de dalias,
nardos y rosales
como un profeta entregando tu sangre blanca y fresca.
Talvés como un
guardián de la cosecha
renovarse día a día en tu entrega...
Y cuando la sed apremia,
encender nuevamente tu espuma bramadora
y desbarrancarte feliz hacia tu pueblo.
En
primavera, soñadora, apuras los racimos
y en el verano paseas tu majestuosidad
de
hinchados chorros.
Talvés gozosa
refrescas la vivificante realidad de la cosecha
y en
los lagares vigilas la entrega del vino nuevo.
Traviesa quizás, lo distraes al
Humapailita
para que deje tranquilo el sueño
de las tesoneras dulceras
con su ofrenda
de manjares "a punto"
con el sabor del solar chuqueño.
Y también derramás tu paleta
líquida
para la magia creadora del colorido de tus teleras.
A veces afloras desde el
mismo vino compañero
en la rueda queda y amistosa,
para que nombremos tus amigos del
Chuquis natal:
a Pedro Ignacio, Navarro Meléndez,
a Roberto de la Vega, Manuel
Silplituca,
aquellos que ya te miran desde las estrellas...
y a estos otros que te
siguen saludando aquí
entre sus sueños de fieles chuqueños: Aurelio y Artemio ORTIZ,
Alfredo Parada, Ramoncito y Carlos Navarro,
Lucho de la Puente, Rita Nieto y otros...
Cuando en febrero enciende la chaya
ya estás en las gargantas de los vidaleros,
el
prodigio de tu ser líquido
en el sabor de tus frutos sazonados...
¡Oh Soberana de los
chuqueños!
yo te reencuentro en mi vaso de vino
y por el milagro de tu amor
en el
símbolo mismo del nombre de Chuquis
te digo ¡YACURMANA, SALUD!.
Juan Carlos SORIA
En la crecida del 16 de enero de 1977.-
A DON ROSA TOLEDO
Desde el vino un grito sube por la tarde
Don Rosa
Toledo va rumbo a las casas
y su grito verde trepa los viscales
y tiene un quejido de
algarrobo y tala.
La vida le debe todas las promesas,
el vino ha cumplido por eso es su amigo,
sus venas
son ramas de viejos nogales
y en su sangre danzan duendes de lagares.
FUE MAGO DE FRAGUAS, FUE TAMBIEN MINERO,
MIL ESTRELLAS GUARDA SU YUNQUE DE HERRERO
COMO CASCABELES DE RISAS Y SUEÑOS
PORQUE SU ESPERANZA NUNCA TUVO MIEDO.
PASA EL REY DEL
HACHA ¡QUITATE EL SOMBRERO!
QUE AHI VA POR LA TARDE DON ROSA TOLEDO.
En Don Rosa duermen distancias y ausencias
y para las penas inventa alegrías,
y su voz
de árbol, áspera y caliente,
se le vuelve tierna si dice María.
Las venas del cuello se le hacen chirleras
cuando suelta en coplas su alma vidalera
y
un perfume a albahaca se mezcla en su ropa
con el remolino de la borrachera.
RAMON NAVARRO
Zamba publicada en su obra "Arraigo"
CHAYA DEL "CORCELITO"
Ponga un "Corcelito"
y que suene el tambor;
toma
este ramito
de albahaquita en flor
que amor con amor se chaya
si se amaña, con las
mañas
del carnaval.
Chuqueño el vinito,
chuqueño el cantor,
chuqueña la dueña
de su corazón;
que
amor con amor se chaya
si se amaña, con las mañas
del carnaval.
La aloja a los noques,
la cabra al corral,
debajo la higuera
te quiero chayar
que amor con amor se chaya
si se amaña, con las mañas
del carnaval.
Chuqueño el vinito,
chuqueño el cantor,
chuqueña la dueña
de su corazón
que
amor con amor se chaya
si se amaña, con las mañas
del carnaval.
RAMON NAVARRO
MI PUEBLO AZUL
Cuando me miro adentro,
cuando me siento el
alma,
renacen cielos y cerros azules
y aquella vertiente inagotable
que para mí tiene
nombre
de diosa indígena: YACURMANA;
que entrega generosa su milagro
de aguas altas
a la sed de los viñedos y los nogales
y que se transforma en un borbotón de espuma
alegre
cuando crece su corazón de lluvia
para fecundar la tierra,
que levanta sus
brazos de verdes alamedas
buscando el cielo para rozar las nubes.
Entonces renace mi
pueblo... y tu pueblo...
ese lugar del que nunca partimos enteramente
porque es
imposible alejar el alma
de esa mágica región, donde aprendimos
a querer la vida,
donde vivió nuestra infancia.
Los secretos callejones, el viejo
río con su lecho de
piedras
bramador en las tormentas;
el rostro de la gente
con esos ojos de indagar el
silencio
y su mano abierta...
Y mi gente, y todos esos modestísimos
pero grandes
recuerdos que se llevan siempre
con una luminosa majestad inapagable.
Un viejo caminito, senda gris,
recorre mi nostalgia, habita en mí,
por él se va
viajera mi canción
buscando el pueblo azul donde nací.
Si una brisa perdida trae en mí
aromas de poleo y de cedrón,
se vuelve un campanario
el corazón,
se puebla de palomas, de ilusión.
Es mi pueblo un cerro azul,
es rumor de acequia en el parral,
es la gente, el sol, la
luz,
es la sombra vieja del nogal.
Sé que tu pueblo será
como mi pueblo talvés...
sé que también sentirás
esa vieja
añoranza que te hará volver.
RAMON NAVARRO